Bajo la nieve

Estos días, si cogemos nuestro coche hacia las montañas, encontraremos pequeños pueblos bajo la nieve.

En esos pequeños pueblos hay casas, iglesias y sobre todo gente. Gente fantástica. Y niños, niños que todas las mañanas van a la escuela.

Sentados, con el calor de la calefacción, escuchan a la maestra y miran tras las ventanas como, una vez más, su recreo se viste de blanco. ¡Tenemos que hacer un muñeco de nieve! ¡Y el de francés se va a enterar con el bolazo que le voy a tirar!

Los más pequeños tendrán que esperar. El tren partirá otro día. Pero no les importa, es más divertido jugar con la nieve con el moco colgando.

El partido de fútbol resultará difícil. Tampoco importa. Es Enero y somos montañeses. Esto es lo normal.